Honor a Quien Honor Merece

Honor a Quien Honor Merece

El partido de semifinales entre México y Costa Rica jamás se considerará como una actuación ejemplar del equipo mexicano pero el resultado final se ha conseguido porque los jugadores mostraron cosas que habían carecido por mucho tiempo: esfuerzo, determinación, entrega, y una continua mejoría.

Asimismo, se cometieron muchos errores – ningunos más importantes que la falla de penal de Sabah y el descuido de la defensa en el gol de los ticos – pero en esta ocasión hubo más aciertos que lograron borrar tales defectos. La selección tardo un poco en posesionarse del balón pero luego lo logro y controlo el ritmo del partido, intentando ser ofensivo y propositivo. Los ticos optaban por el contraataque o le entraban a la disputa por el control del partido, más nunca reflejaron una superioridad.

Al concluir el tiempo regular y después los tiempos extra era agradable haber visto que los dos equipos seguían esforzándose para concretar la victoria. Los mexicanos no aflojaron el paso, aun cuando era evidente el agotamiento extremo de algunos como Torrado. Curiosamente, el que seguía corriendo y parecía estar tan fresco como una lechuga era Dos Santos, sin duda el mejor jugador mexicano de toda la copa y de este partido también – finalmente se está convirtiendo en lo que todos esperábamos: un jugador desequilibrante que en cualquier momento puede hacer la jugada que marque la diferencia. Está muy por encima de sus compañeros.

El acierto en todos los tiros penales ejecutados y el atajo de Ochoa son dignos de celebrarse. Se puede o no ganar a Estados Unidos en la final (el desgaste físico será un serio problema), pero la selección sin duda ha mejorado y puede dar una grata sorpresa el domingo.